13 jun 2009

La Soledad Soy Yo.



Un hotel que no es de nadie,
una cama que no es mia...
Se me pasa un día más.

Un avión a cualquier parte,
una mano que saluda...
no recuerdo bien quien es.

Soledad acompañada,
soledad endemoniada.
Tantos gritos, tantas luces,
tanta gente y soledad.

La soledad es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto
con un alto riesgo de parar completamente enamorados de ella.

La soledad es un hotel que no es de nadie,
es una cama que no es mía,
es despertarme a las 3 de la mañana
y no saber dónde está el baño…
la soledad soy yo.

La soledad es la gota de agua en la llave del baño que dejaste prendida
y que no quieres apagar por no sentirte solo.

La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza
que hace que nos encontremos con nosotros mismos
para poder valorar a los demás.

La soledad es un espejo que no miente.

La soledad son ese montón de sonidos
que no escucha nadie pero hacen demasiado ruido.

La soledad soy yo en compañía del pasado.

La soledad es un beso que se desperdicia en la almohada,
es ver la sombra y la silueta de alguien que ya no está.

La soledad es una malvada insoportable y maravillosa
que me gusta, no sé bien porque.

La soledad es entender por fin
que no hay mejor compañía que la soledad.

Es el velorio de un día que se fue,
es dejar de estar haciendo nada, prepararte, vestirte,
abrir la puerta, salir, para seguir haciendo lo mismo.

La soledad es la compañera,
la del miedo,
la de los futuros inciertos,
la del camino,
la búsqueda.

La soledad…

Minutos - Ricardo Arjona.



El reloj de pared anunciando las 6:23,
el pasado con sed, y el presente es un atleta sin pies,
ya son las 6:43 y el cadáver del minuto que pasó
me dice: "Así se vive aquí te guste o no"
y la nostalgia pone casa en mi cabeza.
Y dan las 6 con 50.

¿Quién te dijo que yo
era el sueño que soñaste una ves?
¿Quien dijo que tú
voltearías mi futuro al revés?

Ya son las 7:16,
y el cadáver del minuto que pasó
me dice: "Tu estrategia te arruinó,
no queda mas que ir aprendiendo a vivir solo,
si te quedan agallas".

La casa no es otra cosa
que un cementerio de historias
enterradas en fosas
que algunos llaman memorias.

Minutos,
como sane la herida,
se me pasa la vida,
gastando el reloj.
Minutos,
son la morgue del tiempo
cadáveres de momentos
que no vuelven jamás.
No hay reloj que de vuelta hacia atrás.

Como duele gastar
el instante en el que tu ya no estás,
como cuesta luchar
con las cosas que no vuelven mas.

Ya son las 9:23,
y el cadáver del minuto que pasó
se burla de mis ganas de besar
la foto que dejaste puesta en el buró.
Mi soledad es tu venganza.

El ministerio del tiempo
puso sede en mi almohada,
ahí te encuentro a momentos
aunque no sirve de nada.

Minutos,
como sane la herida
se me pasa la vida
gastando el reloj.
Minutos,
son la morgue del tiempo
cadáveres de momentos
que no vuelven jamás.
No hay reloj que de vuelta hacia atrás.

Minutos que se burlan de mi,
minutos como furia del mar,
minutos pasajeros de un tren
que no va a ningún lugar.

Minutos como lluvia de sal,
minutos como fuego en la piel,
minutos forasteros que vienen
y se van sin decir.

Minutos que me duelen sin ti,
minutos que no pagan pensión,
minutos que al morir formarán
el batallón del ayer.

Minutos que se roban la luz,
minutos que me oxidan la fe,
minutos inquilinos del tiempo
mientras puedan durar.

Minutos que disfrutan morir,
minutos que no tienen lugar,
minutos que se estrellan en mi
son kamikaces de Dios.