17 jul 2009

Te Conosco - Ricardo Arjona.



De esto no se habló en ningún lugar, ningún periódico lo publicó, ningún noticiero habló de él, pero es una enfermedad terrible… que ha atacado a todo mundo. Se conoce como el mal de amor.
Usted se quedó solo, la persona que usted quiere cree que está mejor, y usted quiere buscar una forma de poner en algún lugar todos esos sentimientos y decirle la cantidad de cosas que lleva dentro; entonces saca una hoja de papel y un lápiz, empieza a escribir, como a la mitad ve que está bien cuando se da cuenta de que eso de escribir en una hoja de papel está un poquito pasado de moda, que ahora lo de la moda es el Mail, el correo electrónico… entonces corre a la computadora y se arranca a escribir otra vez, terminas, y cuando lo ves crees que está demasiado fuerte, entonces vuelve a empezar de nuevo y apunta:

“Te conozco desde el pelo hasta la punta de los pies

sé que roncas por las noches y que duermes de revés

sé que dices que tienes 20 cuando tienes 23

Te conozco cuando ríes y tus gestos al amar

sé de aquella cirugía que a nadie le has de contar

sé que odias la rutina un poco más que a la cocina.


Dime si él te conoce la mitad

dime si él tiene la sensibilidad

de encontrar el punto exacto donde explotas al amar.

Dime si él te conoce la mitad

dime si él te ama la mitad

de lo que te ama este loco que dejaste en libertad.”

Usted hecha un vistazo y dice: “No está mal” y continúa:

“Reconozco lo que piensas antes que empieces a hablar

sé de tus 150 dietas para adelgazar

sé que padeces de insomnio y que fumas sin parar.

Imagino esas charlas que en mi honor han de entablar

y hasta sé lo que este viernes le has de hacer para cenar

y es que tanto te conozco que hasta sé, me has de extrañar.


Dime si él te conoce la mitad

dime si él tiene la sensibilidad

de encontrar el punto exacto donde explotas al amar.

Dime si él te conoce la mitad

dime si él te ama la mitad

de lo que te ama este loco que dejaste en libertad.

Y es que tanto te conozco que hasta podría jurarte mueres por regresar.”

¿Porqué Es Tan Cruel El Amor? - Ricardo Arjona.


No se acaba el amor
solo con decir adiós,
hay que tener presente
que el estar ausente
no anula el recuerdo,
ni compra el olvido,
ni nos borra del mapa...

El que tú no estés
no te aparta de mí,
entre menos te tengo
más te recuerdo
aunque quiera olvidarte,
estás en mi mente
y me pregunto mil veces...

¿Por qué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar,
que me prohíbe pensar,
que me ata y desata,
y luego de a poco me mata,
me bota, levanta y me vuelve a tirar...

¿Por qué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar,
porque aunque tú ya no estés,
se mete en mi sangre,
y se va de rincón en rincón,
arañándome el alma,
y rasgando el corazón...

¿Por qué es tan cruel el amor?

No se acaba el amor
solo porque no estás
no se puede borrar
así como así, nuestra historia
sería matar la memoria
y quemar nuestras glorias...

¿Por qué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar,
que me prohíbe pensar,
que me ata y desata,
y luego de a poco me mata,
me bota, levanta y me vuelve a tirar...

¿Por qué es tan cruel el amor?
Que no me deja olvidar,
porque aunque tú ya no estés,
se mete en mi sangre,
y se va de rincón en rincón,
arañándome el alma,
y rasgando el corazón...

¿Por qué es tan cruel el amor?

Solo.

Soy fugitivo de mi mismo
mi otro yo me construyo un abismo...
entre el ayer y el hoy.

Y mucha culpa tienes en esto
y óigase bien que no es un pretexto
pero es que como te extraño.
Seis meses no son pocos
y menos para este loco
que entre más pasa el tiempo
más te ama.

Y es tan estúpido el amarte
incluso más que el recordarte
pero es que no hay remedio.
Y si estoy solo no es porque quiero
pues lo he intentado pero no puedo
nunca aprendí a olvidarte.
Seis meses no son pocos
y menos para este loco
que entre más pasa el tiempo
¡más te ama!...

Si La Perdiera De Nuevo...

"[...] Ella regresó a su vida como una llamarada, ardiendo apasionadamente en su corazón. Luis estuvo despierto toda la noche contemplando la eterna agonía de la que sería preso si la volvía a perder por segunda vez [...]"

Idea.

Pero no puedes besar una idea. No puedes tocarla. Abrazarla. Las ideas no pueden rogar. No sienten dolor. No pueden amar. Y lo que perdí no fue una idea... fue una mujer.

Y Se Va...

Un espectacular brillo ilumina el universo, una mirada efímera la eternidad... y desaparece, en un segundo...

¿Qué Mas Puedo Hacer?


Y si le escribo alguna carta a la Utopia
y de remitente mi nombre y dirección,
sería como escribirle a la melancolía
y entregarme a la resignación.