20 jun 2009

Es mi vida en mis propias palabras, creo...

"¿Has amado tanto a alguien que das un brazo por eso? No la expresión, no literalmente ¿das un brazo por eso? y destruirías a cualquiera que tratara de dañarlas. Cuando ellos saben que ellos son tu corazón. Y tú sabes que eres su armadura. Y destruirías a cualquiera que tratara dañarla. Pero… ¿qué pasa cuando el karma se te regresa y te ataca? Y todo por lo que uno está preparado se te regresa con rencor ¿Qué pasa cuando tú te conviertes en la principal fuente del dolor?"

Si Te Pudiera Mentir.

Si te pudiera mentir, te diría que aquí...
Todo va marchando muy bien, pero no es así.
Esta casa es solo pensamiento que me habla de ti.

Y es tu voz como este mismo viento, que hoy viene hacia mí.
Cada vez me duele perder un minuto más.
Aquí sin poder entender porque tú no estás.
Estas tardes oscuras me asustan, y no me hace bien.
Caminar en sentido contrario a lo que es mi edén.
A veces creo oír que me necesitas.
Y alguna que otra vez siento tu mirada.
He hecho unos cambios en mí, pensando si te gustaran.
Que imposible es dejarte de amar.

No existe fórmula para olvidarte.
Eres mi música y mi mejor canción.
Sé que no hay un corazón que sienta lo mismo por ti.
Que este que implora hoy regreses a mí.

No existe fórmula para olvidarte.
Eres mi música y mi mejor canción.
Sé que no hay un corazón que sienta lo mismo por ti.
Que este que implora hoy regreses a mí...

Algunas Reflexiones Ocasionales.

¿Cómo te das cuenta de que alguien es el amor de tu vida?

Digo, ¿es acaso la extraña necesidad patológica de amor en nuestra vida que nos hace, con frecuencia, hacernos esta pregunta lo que nos hace valorar lo que tenemos?... ¿o lo que tuvimos?

¿o será acaso la pretensiosa superstición de que el amor toca a tu puerta cuando menos te lo esperas (y tú tienes la llave) lo que nos hace creer que estaremos listos a cualquier momento para la ruptura del equilibrio en nuestra patética y monótona vida?, y creemos estar seguros de nosotros mismos, nos sentimos valientes, sagaces y cuando llega ese “maldito-bendito” momento menos esperado es que nos damos cuenta que estamos indefensos, débiles; que somos patéticos frente a la existencia de esa persona que sabemos (o creemos) que es mejor que nosotros. ¿Qué nos hace valorar a esa persona?, ¿porqué la creemos única?... ¡porque es perfecta!

A pesar de que sabemos que probablemente no hemos sido las únicas personas que han pasado por su vida, o que probablemente no seremos las únicas. Pero aun así vivimos con ella como si todo esto no importara, ni siquiera nosotros mismos. Porque nosotros cabalgamos el tranvía de esta vida finita y siempre la dirección que tomemos será para llegar a esa persona.

Pero todo esto no tiene sentido, o tal vez lo tenga, pero solo para nosotros. Pero… ¿Qué es lo que nos hace creer que ese alguien es el amor de tu vida? ¿Los momentos bellos que, a pesar de las largas e inmensas horas a su lado, no parece haber transcurrido siquiera un segundo?, ¿sus suaves caricias?, ¿sus labios que asemejan al paraíso?, o simplemente el sencillo hecho que nadie puede explicar… la amamos.

Sea lo que sea, sea como sea, hay algo que nos lo dice, y lo sabemos, a pesar de los golpes de la vida, a pesar de las pruebas de Dios, a pesar de los indiscretos comentarios de la gente curiosa que celosamente nos observa y habla… a pesar de los malos ratos, a pesar del tiempo y la distancia… lo sabemos… eres tu el amor de mi vida.

Te Amo.