4 jul 2009

Decadencia.


Tantas cosas que vivimos juntos, tantos recuerdos… solo eso es lo que queda de nuestro amor. Y tantas cosas que no nos dijimos, tantos rencores, y ahora ya nada de eso podemos hacer. Porque fue así.
Tantos momentos que pasamos juntos, hermosos recuerdos. Ahora lo único que podemos hacer es solo eso… recordar.
“Que tiste es asumir el sufrimiento, patético es creer que una mentira convoque a los duendes del milagro que te hagan despertar enamorada”.
Por aquí… no todo va muy bien, no me enorgullezco de mi soledad, pero claro, tampoco no es que no la disfrute, al contrario, es muy hermosa, y muy realista (cruda, diría yo). No es que la odie, pero no me agrada conocer a mi Alter Ego tampoco.
Así que en conclusión, y como es de suponerse, mi vida va en decadencia.
No me dejo vencer tan fácil, pero admito que la tristeza tiene muy buenos argumentos para hacer decaer a la voluntad.
La voluntad debe ser la única cosa del mundo que cuando está desinflada necesita que la pinchen. No entiendo el funcionamiento de la razón.
Por más fe, voluntad, esperanza, iniciativa que yo tenga, siempre termino solo y triste.
No sé cuanto más voy a estar así, ya no quiero, ya no soporto…
¡Ya no más!

No hay comentarios:

Publicar un comentario