
Hoy era el estreno de la quinta película de Harry Potter (así que era un día especial), la invité, por supuesto, y esta es la historia:
El día de ayer quedé de pasar por ella a las 11:00 a.m. (otra vez el numero 11, que curioso, ¿no?) no podía llegar tarde si quería recuperarla, además siempre me ha gustado ser puntual. Llegué exactamente a las 10:41 a.m. (¿Es muy temprano?); entré a su casa, sería raro que su hermanito no me recibiera con un golpe, y así fue. Su madre no estaba, yo como de costumbre tomé asiento (en el sillón predilecto). Ya sería raro que su hermano no me golpeara, no jugara a “matarme” como de costumbre, y así fue. Poco después llegó su mamá, y después de saludarla, y (poco después) despedirme. Salimos con rumbo al cine, tomamos un taxi y todo el camino fuimos bromeando… riéndonos, fue lindo (igual que ella), fue largo el camino, pero al final llegamos “a tiempo”.
El cine estaba súper lleno, ya no había boletos para la función de las 12 y 12:20, y la función más próxima era a la 1, tuvimos que conformarnos con ese horario, así que compramos los boletos y nos sentamos en una de las bancas blancas de galerías.
Ella hablaba, yo la contemplaba, miraba en sus ojos la pureza de su inocente alma y en su rostro la hermosura de su ser. Ella hablaba, yo solo la contemplaba, y me enamoraba una y otra vez, más y más.
Ese día yo iba con la intención de pedirle que regresara con migo, pero algo me lo impedía, algo me decía que no era el momento indicado para eso.
Y la observaba allí guardando silencio, tragándome mi tristeza por mi incapacidad de pedirle que lo volviéramos a intentar. ¡Tristeza!, como siempre, en todo estás tú…
-Estás bien?
-Si, es solo que tengo un poco de sueño.
No era cierto. Me recosté sobre sus piernas y con los ojos cerrados lloraba en mi interior. ¡Tan cerca y a la vez tan lejos! Ella acariciaba mi cabello, ignorando (tal vez) mi sentimiento. Esa escena me hizo recordar aquellas veces que ella quedaba dormida recostada en mis piernas, y yo… solo la contemplaba, enamorado.
-¿Qué te pasa?
-Está bien, te diré la verdad. Hoy venia con intenciones de pedirte que regresaras con migo (ella movió la cabeza en señal de desaprovación) pero algo me dice que no es el momento.
-No, no lo es. Aun no me lo pidas. Si no estás seguro entonces NO.
No sabía que sentir. Me sentí mal porque yo quería volver con ella y ser felices de nuevo, pero me sentí bien porque ella, al igual que yo, sabía que no era el momento de regresar, de pedírselo.
Te amo y no me voy a marchar, no me voy a alejar sin antes decirte que lloro, que sufro al mirarte tan cerca a mis brazos… sin poder abrazarte. Y mis labios, sedientos de los tuyos, mueren de impotencia.
(suspiro ahogado)bien dicen k ni el las pelikulas las segundas partes son buenas pero.... bueno ya fue
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