Con un nudo en la garganta,
Con un vidrio en el aliento...
Con la compulsión behemente
de ese corazón sediento;
Naufrague más de la cuenta,
me perdí en el mar abierto.
Desperté -Rugoso y triste-
en el ombligo del desierto.
Porque el cielo hace burbujas,
porque el vodka hace torrentes,
Porque el signo de la bestia
se posó sobre mi frente,
Me arrulló un sabor rabioso;
La vergûenza hoy es mi vientre
De mi pensamiento tibio
y de mi corazón caliente.
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